sábado, 1 de junio de 2019

ENSAYO "DE ADENTRO HACIA AFUERA – VENTANA"

Este documento con forma de ensayo trata de definir los referentes simbólicos que, se podría decir es el común denominador, que tienen los pobladores del caserío San Antonio de Padua, esto como influencia dentro de sus discursos de manera individual y colectiva: a de lo que hablan, de lo que piensan, de lo que hacen, de lo que pueden hacer con lo que tienen a su alcance, y de lo que quisieran hacer; de esta manera hallaremos las agendas comunicativas con las que ellos cuentan.
A 10 minutos de la ciudad de Lambayeque, al este del caserío Punto Nueve, se ubica el caserío San Antonio de Padua. Hace, aproximadamente, 12 años que el caserío fue lotizado y posteriormente entregado a los pobladores que habitaban en ese entonces, que constaba de tres familias. 
San Antonio de Padua alberga alrededor de 45 familias, tiene una pampa que es usada por los niños y adolescentes como su canchita, cuenta con un colegio inicial que consta de un solo salón para los niños de San Antonio de Padua y caserío cercanos. 
El caserío se caracteriza por ser agrícola, sus alrededores poseen tierras fértiles que son aprovechadas, en su mayoría, para la siembra de arroz.


Un poblador de San Antonio de Padua, a primera instancia, es reacio con cualquier ser desconocido de su comunidad, pero al transcurrir el tiempo, entrar en sus discursos y sentirse parte de ellos, logras ganarte su confianza y poco a poco abrirse a las nuevas cosas.
Cuando llegamos por primera vez a San Antonio de Padua, hace más de 2 años, creían que eramos políticos, que llegamos a ofrecer cosas, pero no, eramos jóvenes universitarios que llegaban con una intención, en ese entonces grabar una radionovela, una que tenía como protagonistas a ellos, su realidad, sus temas diarios de conversación. 
Los hombres que nos recibieron fueron reacios pero cortese, nos dimos cuenta que tratar con ellos sería algo a lo que tendríamos que dedicarle más tiempo, ellos, en ese momento, eran la única entrada de dinero de sus familias por eso es que suelen estar más tiempo en la chacra, además son hombres de pocas palabras; las mujeres, por otro lado, eran tímidas, con el tiempo nos dimos cuenta que son muy risueñas y amables, organizadas y colaborativas. Los niños, al principio son tímidos, no hablan, sólo sonríen, pero si vieran ahora, llegar y que más de un pequeño corra a abrazar es muy reconfortante, ya tengo más de dos amigos ahí. Los jóvenes, entre hombres y mujeres, tienen en mente terminar la secundaria, muy pocos, consideran estudiar en la universidad, pero los hay; como Janet, quien tiene 17 años, acaba de terminar la secundaria y espera que la situación familiar se estabilice para poder postular y estudiar ingeniería civil. 


Hace unas semanas quise conocer un poquito más acerca de la familia de mis amigos, Daniel tiene 7 años y Alex tiene 4, cada vez que voy los encuentro jugando con su llanta, espere a su mamá la señora Josefa (39) en la puerta de sus casa, ella llegaba con Alex de la chacra, me intriga a saber cómo actuaría conmigo, me presenté, ella un poco confundida, le dije que sus hijos eran mis amigos y que quería conocerla, le pregunté si le habían entregado las fotos, unas donde salían sus hijos, en ese momento su postura y actitud cambió, de estar dudosa, confundida y temerosa, grata fue mi sorpresa cuando empezó a sonreír y a reconerme, en ese momento le pregunté por su ausencia la actividad anterior, "nos habíamos ido donde su abuelo, se nos pasó la hora, ya cuando vinimos ya habíamos acabado, pero el otro sábado pues", en ese momento me di cuenta que todo el tiempo que habíamos ido hasta esa visita no había sido en vano, nuestros lunes y viernes que fueron al principio y con nuestros consecutivos sábados me habían hecho ganar a nuevas personas. 

Mientras conversaba con ella, me contó de lo que estaban haciendo en el colegio inicial por niños, los estaban cercando, los padres se turnaban para hacer cada uno la parte que le correspondía y me contó que habían querido hacer un huerto pero no tuvieron la suficiente motivación ni ayuda para cumplir con eso. 
Ella había llegado hace 8 años a San Antonio de Padua con su esposo y sus tres hijos, que cuando llegaron ya había agua pero no luz y que poco a poco con la organización pudieron sacar eso pero ahí quedó, esperaba que San Antonio tuviera más cosas, una posta por ejemplo, que es de lo que siempre se quejan. 


Cuando iniciamos con nuestras actividades tuvimos un inconveniente en una de ellas y al tratar de solucionarlo debíamos encontrar un espacio de encuentro opcional, normalmente nosotros hacíamos nuestras reuniones en la casa de la señora María Santos pero ella tenía a su papá un poco delicado y nos había dicho por si algún día no estaba y no tendríamos donde hacer nuestras reuniones, en ese momento decidí preguntarle a la señora Maria Arroyo (38), una señora muy risueña, con 4 hijas y 1 hijo, yo iba dudosa a preguntarle si era posible tener su casa como una posibilidad para hacer las reuniones y le explique los motivos, no me dejó terminar y me dijo, "ese día yo voy a estar en la campaña médica con mis muchachos pero mi esposo va a estar aquí, tocas nomás, ya yo le digo que viene ustedes y que los deje entrar y les saque las sillas" yo solté una risa porque al mirar hacia el pasado y darme cuenta que antes ellas debían y dejar todo listo antes de salir y verlos a ellos a pasar a esa respuesta tan sincera hacia una joven que llega solo los sábados, la predisposición que tuvo para "ayudarme" a solucionar un problema me hizo reaccionar que ahora ellos ya se sentían parte de lo que veníamos realizando. 

Hace unos párrafos les dije que cuando llegamos, los hombres eran el único ingreso de dinero de sus familias, ahora las mujeres también se las recursean, ya hay más mujeres que venden chucha, lavan ropa y de alguna manera apoyan con los gastos en sus hogares o como la señora Maria Arroyo que estudia y trabaja vendiendo chocotejas. 
Somos conscientes que sin estos espacios de encuentro que de alguna manera los hemos hecho reaccionar de que existen los ayuda a interqctiar y a conocerse más, ahora ya saben que de la familia de los ganaderos, las mujeres, la señora Mary, también ordeñan vacas y cuando su espeso, el señor José no está, ella es quien hace todo el trabajo. 
San Antonio es una comunidad con mucho potencial los adultos son conscientes que sin la debida organización y el compromiso no se puede llegar a acuerdo y así a un desarrollo, el desarrollo que ellos desean. Saben lo complicado que será y aún están en ese proceso, tienen ideas, sueños y al escucharlos te llenas de esperanza pero el camino no es fácil, hay que trabajar. 


Debo confesar que para realizar este trabajo nos pidieron tener como evidencia la conversación con dos personas de cada comunidad, la verdad, basarme en sólo dos discursos para realizar este ensayo después de casi 2 dos años, es un poco complicado de hacer, y no lo digo porque sea difícil obtener dos fuentes orales para nutrir el ensayo, sino porque es difícil solo tomar dos fuentes orales para nutrir el ensayo, hablar de lo que dice una persona me conlleva a pensar el lo que dice la otra, la relación que tiene y las diferencias pero todos hacia una mejora, coinciden en que lo que ellos harán no es para su beneficio sino para el de sus futuras generaciones y que las cosas que realicen quiéreme y tienen el compromiso de hacer las bien. 

2 comentarios:

  1. Olenka,
    Buena lectura la que me das, aunque noto mucha orientación desde tu visión.
    ¿Y las fotos que demuestren que tú has hecho las entrevistas?

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  2. Profesor,
    Cuando realicé mis entrevistas, fui sola.

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